En este cómic se nos narra el nacimiento de Laia, y cómo sus padres luchan por darle la mayor felicidad posible aun cuando la niña sufre un problema cerebral grave y las dificultades surgen a diario. Vemos como la pareja de dibujantes han grabado día a día en su máquina de dibujo mental, ordenado y narrado, las múltiples vivencias que les depara el cuidado de su hija, cómo se enfrentan valientemente a todo, buscan las mejores personas para afrontar la enfermedad, luchan, se derrumban y se levantan, sin resignarse, pasando por hospitales, guarderías, rehabilitación, con su lápiz en la mano, captando matices que solo un ilustrador sabe ver.Un cómic de esta categoría debería estar en cada casa de cada habitante de la Tierra. Si tuviese la posibilidad de lanzar al espacio una cápsula con las mejores obras que representan al ser humano, este cómic autobiográfico es mi elección, pues si algo nos identifica como personas es el amor a la vida, la lucha por la supervivencia, la esperanza ante los peores contratiempos que nos depara el destino, el apoyo en nuestra pareja, nuestra familia y amigos como soporte vital y la expresión de las vivencias más interiores como poesía, escrita o dibujada, como una necesidad de conectarnos con los demás, despertar sus conciencias y espabilarlas. Y todo esto es algo que este maravilloso cómic cumple de principio a fin. Cuando hablamos de cómic pensamos en dibujos de superhéroes disfrazados, pero ellos son superhéroes sin disfraz, personajes vivos, de novela gráfica para lectores adultos, con ecos de los autores franceses de L´Association (editorial fundada en 1990 por Jean-Christophe Menu, Lewis Trondheim, David.B, Stanislas, Marjane Satrapi, Joan Sfar, Blutch…) que surgieron con fuerza renovando la Bande Dessineé independiente.
Y no solo está bien narrado, su cuerpo gráfico es coherente, expresivo, sus líneas negras están muy bien pensadas y trabajadas, como cinceladas en el papel, y se ven enriquecidas por la media tinta verde, que en los momentos de mayor dramatismo se cubre de espesa tinta goteante negra, la cual emborrona la viñeta con crueldad, como cubriéndonos la vista de la dolorosa realidad. Los personajes con un dibujo esquemático sencillo son muy reconocibles, y nos identificamos rápidamente con ellos. Yo mismo me veo dibujado mirando la escena desde fuera del papel, con un nudo en la garganta, ¡sin poder ayudar! Los dibujantes buscan en cada viñeta mostrar la realidad dibujada (eterna) lo más cercana posible a la realidad vivida (pasada), muy sinceramente, sin ocultar nada. Me gusta mucho como inician cada capítulo con una estrofa de un músico significativo, Jorge Drexler, Lluis Llach, Caetano Veloso, Silvio Rodríguez, Vinicius de Moraes, frases elegidas de canciones que son lemas vitales que les ayudan personalmente a caminar en la dirección correcta, música que les acompaña siempre, música que les anima y les cura.
Unos amigos a los cuales les dí a conocer esta obra me comentaron que estaban compartiendo con otros padres sus lecturas, y la otra madre les dijo, yo estoy leyendo el libro “Una posibilidad entre mil”. Su hija también se llama Laia y también nació con un problema cerebral. Quienes hayan pasado una experiencia similar, se verán acompañados por este emotivo testimonio que les reconfortará. Los autores son unos optimistas prácticos, actúan sin cesar para que su hija tenga una vida digna, y nos muestran que la quieren como es, alegre, especial, inesperada, incansable, memoriosa, todo ojos, toda sonrisa, más bella que una sirena, pues es su mejor creación, su hija. Y con eso les basta para amarla.
Javier Gay
Texto publicado en la Web de crítica literaria: http://www.cuaderno10.com/
Web oficial de la novela gráfica: http://unaposibilidadentremil.com/
Web de los artístas: http://www.lagruaestudio.com/
La novela en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Una-posibilidad-entre-mil/97607598487?ref=ts
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