sábado, abril 26, 2008

UN SALUDO DESDE LA CENTRAL NUCLEAR DE ASCÓ, TRANQUILOS, POR AQUÍ SIN PELIGRO ALGUNO

La mañana fue estupenda en la excursión a la central nuclear. Llegando por la carretera sentíamos un cosquilleo de curiosidad que se fue convirtiendo en picores un poco molestos. El director y el jefe de protección de la central nuclear de Ascó nos recibieron en la entrada metidos en un traje de buzo diciendo no hay peligro, no hay peligro, pasen, pasen, y nos regalaron un bidoncito fluorescente muy mono, adaptado para llavero, que nos sirvió de linterna ya que se había cortado la luz. Los empleados de la planta corrían de un lado a otro tapándose la cara atolondrados, vaya actividad frenética la de producir energía. Mi profesor empezó a perder pelo escandalosamente, le llegó de repente la alopecia. Dos o tres maceteros tenían un yerbajo negruzco y rodeado de bichitos fulminados, estos se pasaron con el matacucarachas. Por eso debían ir todos con la mascarilla. La tecnología nuclear dispone de sofisticados sistemas de seguridad para evitar cualquier daño humano o medioambiental. Estaba todo lleno de jaulitas con canarios, pero estos no decían ni pío. Se olvidaron del alpiste seguro. Cuando se aplica con criterio y prudencia, la generación electronuclear es tan segura como la hidráulica. A mí me encantó esta visita, no sé porque están difundiendo falsos rumores. El tercer ojo que me salió en la frente me está siendo muy útil y con los dedos extras me rasco mucho mejor.

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